La actividad económica en 1T22 se mantuvo fuerte, impulsada por el buen comportamiento del gasto de los hogares, aunque habría perdido algo de impulso frente a las cifras de 4T21. Los sectores secundario y terciario lideran el crecimiento de producto, mientras que el sector primario continúa rezagado y su balance de riesgos se ha deteriorado por el fuerte incremento de costos al productor.

​Las cifras del mercado laboral continúan evidenciando mejoras, especialmente en la tasa de desempleo. No obstante, el empleo permanece por debajo de sus valores pre-pandemia y en algunos sectores la demanda de trabajo se ha debilitado. 

​La inflación al consumidor volvió a sorprender al alza y alcanzó máximos no vistos desde agosto de 2016. Las medidas de inflación básica, así como las expectativas de inflación, se siguen alejando del límite superior del rango meta de BanRep. Bajo este contexto, BanRep continuó el ajuste de política monetaria e incrementó en 100 pbs su tasa de referencia en marzo.

​La dinámica de los créditos en la economía sigue ganando tracción y el riesgo de impago ha retornado a niveles pre-pandemia. Las tasas de interés de colocación continúan incorporando el ciclo de aumentos en la tasa de referencia de BanRep y podrían comenzar a limitar la demanda de créditos en el futuro cercano. 

​En el frente externo, las condiciones financieras se han tornado menos holgadas, en línea con un proceso de normalización de política monetaria en todo el mundo. La elevada inflación se vislumbra como el principal riesgo global, especialmente por la disparada que han tenido recientemente los costos-precios por la invasión de Rusia a Ucrania, y cuyos efectos todavía no se han transmitido a la inflación al consumidor.